jueves, 5 de junio de 2014

Customizar nuestros zapatos

¡Hola!

Hoy os traigo un nuevo DIY que seguro que vais a llevar a cabo más de una.

¿Tenéis unos zapatos "sin vida", de esos que, pongas con lo que te los pongas no te convencen con nada? Un par de esos tenía guardados en una caja en el armario y sin ponérmelos desde hace.... ya ni me acuerdo. Si os digo la verdad, no sé por qué me los compré, porque me parecen de "señora mayor" (habló la jovenzuela, jajajaja). En fin, que cada año, con el cambio de armario, siempre aparecían, y siempre se quedaban en su caja sin ver la luz, acabando olvidados. Y este año, como no, volvieron a aparecer, pero decidí hacerles un cambio y no llevarlos al contenedor de reciclaje. Después de darle vueltas al coco durante muchos días, ¡¡hoy por fin me vino la inspiración!! Así que aquí tenéis el resultado de mis maquinaciones.

Vais a necesitar:

- Un par de zapatos que necesiten vidilla.
- Esmalte de uñas del color que os apetezca.
- Cinta aislante o cinta adhesiva.
- Bastoncillo de algodón.
- Quitaesmaltes.

Y ahora........................ ¡manos a la obra!

En primer lugar, os presento al "sujeto de experimento": 




Como podéis ver, no tienen nada de especial. También podéis comprobar que soy especialista en romper punteras...

Bien, es la hora de pintar. Me decanté por pintar las tiras más anchas para que destacara esa especie de "8".



A continuación pinté un poco de la puntera. Para ello, usé cinta aislante, la pegué muy bien y pinté primero en una dirección y después en otra. Así no se notan las pinceladas.


  


Le toca el turno al tacón y hacemos lo mismo que con la puntera, dos capas, cada una en una dirección.


Ya casi hemos terminado. Una vez seco, quitar los posibles restos de esmalte con la ayuda de un bastoncillo y quitaesmaltes.

Y aquí podéis ver una comparación.


¡Vaya cambio! ¿eh?


Pues nada, ya dispongo de zapatitos nuevos que seguro que me los pondré a partir de ahora. Os animo a que customiceis vuestros viejos zapatos y darles una segunda oportunidad.

¡Un Saludo!

jueves, 27 de marzo de 2014

Revonar nuestra vieja funda protectora del móvil

¡Hola! Pues como habéis comprobado en el título, éste será nuestro primer DIY.

Hace unos meses compré un móvil nuevo. ¿Y qué es lo segundo que compráis con el móvil? Pues la funda protectora. En mi caso, compré un móvil poco conocido, el BQ Aquaris 5, y convencida de que, a no ser que la pidiera a su página web (y en ese momento no existían, sólo esas de plástico que cubren la parte trasera), no iba a encontrar una funda para él, así que fui a un bazar esperando encontrar una de algún otro modelo que más o menos le valiera, y cual fue mi sorpresa que la encontré para mi móvil. ¡Me volví loca de contenta! Así que me la traje a casa, junto a unos cristalitos adhesivos para adornarla.

Pero como ocurre con la mayoría de las cosas que compras en los bazares, la funda poco duró. Así que pensé que, en vez de comprar otra, la renovaría, y de paso os enseño el proceso para hacerlo.




El procedimiento es válido para cualquier tipo de funda de este estilo, y podéis personalizarlo de mil maneras distintas. Así que... ¡Manos a la obra!

Necesitaremos:

-Funda para el móvil.
-Trozo de tela que nos guste.
-Tijeras.
-Pegamento textil, de contacto, cola blanca o pistola de silicona. Descartado el pegamento rápido.
-Alicates o cúter.
-Mechero.
-Lazo de raso para los bordes. El que utilizo es de 80 cm x 1 cm y lo compré en un pack en un bazar.
-Lápiz, bolígrafo o jaboncillo.
-Opcional: adornos como florecitas, encajes, strass, botones...


Procedimiento:

Planchar la tela. Hay géneros que al ser planchados "se asustan", es decir, que cambian a un color más oscuro. No os preocupéis, una vez que se enfríe recuperará su color.

Quitar el protector interior de la funda y hacer un molde en papel para futuras manualidades.



Quitar la tapa y eliminar los restos de pegamento que hayan podido quedar en la carcasa de plástico rígido con alcohol y algodón.



Quitar el cierre metálico empujando desde la parte interior de la tapa hacia afuera.


Separar las partes de la tapa y hacer un molde en papel de una de ellas.



Coger el molde de papel de la tapa y pasarlo a la tela, que debe estar del revés. Hay que hacer dos tapas de tela, una interior y otra exterior, por lo que le daremos la vuelta horizontalmente al molde de papel, tal como os muestro en la foto.


Cortar la tela justo por la marca, sin dejar bordes. Si queréis, pasar un mechero por los bordes de la tela para evitar que se deshilache, aunque no es necesario ya que el pegamento que usemos se encargará de que esto no suceda.

Pegar las tapas de tela que hemos cortado a la de plástico que trae la funda del móvil (no importa si sobra algo de tela, una vez seco, la cortamos a ras). Poner una fina capa de pegamento y extenderla uniformemente (yo lo hago con el dedo porque me gusta guarrear XD). Hay que tener cuidado porque el pegamento puede traspasar la tela. Asegurarse de que queda bien lisa.


Cortar un rectángulo de tela que nos servirá para reforzar la parte de la "bisagra" de la carcasa y pegarla a la parte de tela que queda libre.


Pegar la otra parte de tela y dejar secar bajo algo de peso. Tened en cuenta que si el pegamento traspasa la tela, se puede pegar a la superficie bajo la que la tengáis.


Pasar el molde de papel interior a la tela. Esto hay que hacerlo por el derecho de la misma, y al cortar, tened cuidado con eliminar las marcas de bolígrafo. Este paso es opcional, ya que también podéis volver a colocar el protector que venía con la funda.


Ahora viene lo más complicado del trabajo. Tenemos que proteger los bordes de la tapa, y para ello usaremos el lazo de raso o cualquier tela en contraste que nos guste. Pegaremos el lazo alrededor de la tapa, excepto en la parte que va pegada a la carcasa.



Pegar la tapa ya terminada a la carcasa de plástico rígido. Para ello usé la pistola de silicona caliente.


A continuación, pegar el molde interior que cortamos anteriormente o el protector que venía con la funda si lo deseáis. Podéis pegar también un trozo de lazo en la parte interior y exterior de la "bisagra" de la tapa, la de adentro para disimular la unión de las dos telas, y la exterior es sólo por estética.


Por último, volver a colocar el cierre metálico en su lugar.


¡Y ya está! ¡Funda terminada! ¿Os gusta el resultado? No hay mayor satisfacción que ver terminado con éxito nuestro trabajo y poder decir "¡Lo he hecho yo!" Recordad que podéis usar la tela que más os guste y personalizarla con lo que que queráis. Ésta me ha salido "mú flamenca" pero ya tengo en mente hacer otra con una tela muy colorida que tengo por ahí guardadita y con los moldes de papel que he sacado de esta. ¿Os animáis ha hacer vuestra propia funda de móvil personalizada?

martes, 25 de marzo de 2014

Bienvenid@!

Te doy la bienvenida a mi blog. Me presentaré.

Me llamo Cristina, y mi pasión es crear, remodelar, arreglar.... En fin, todo lo que se pueda hacer con las manos. Esa es mi pasión, las manualidades.

Desde pequeña siempre me ha gustado "destripar" cosas para ver como eran por dentro y entender su funcionamiento, A veces lo arreglaba, otras no tenían solución... Mi mente siempre está trabajando, visionando futuras cosas que me gustaría hacer, imaginando cómo quedarían, las posibles versiones y modificaciones. Claro que no siempre sale a la primera, pero con práctica y tesón todo se consigue.

Con este blog os quiero enseñar mis creaciones, paso a paso, para que podáis ver que a veces no es tan difícil como creíais hacer tal cosa o tal otra.

Y ahora os toca a vosotros disfrutar de lo que hagáis, porque no hay mayor satisfacción que decir "lo he hecho yo!".